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Colombia
Una voz para la biodiversidad

Autor: Demian David Regehr

La COP16 en Colombia destacó la importancia de la participación política y la inclusión de las comunidades indígenas para la protección de la biodiversidad.

La COP16 en Cali, Colombia, se centró intensamente en la protección de la biodiversidad, considerando la participación política como clave para el éxito. Representantes gubernamentales, organizaciones internacionales, sociedad civil, grupos indígenas, el sector privado y científicos se reunieron para avanzar en el "Marco Mundial para la Biodiversidad Kunming-Montreal". Para 2030, se espera proteger el 30% de las áreas terrestres y marinas, garantizando así la diversidad biológica y servicios ecosistémicos vitales como la polinización y el agua limpia. Actualmente, menos del 18% de las áreas terrestres y el 8% de las áreas marinas están protegidas.

La delegación alemana estaba compuesta por representantes de varios ministerios (unos 70 participantes en total).

Colombia apuesta por la experiencia indígena

Una democracia fuerte es fundamental para la protección ambiental, ya que permite procesos políticos inclusivos que protegen los derechos ciudadanos y respetan la biodiversidad como un bien colectivo. El objetivo del gobierno colombiano para este megaevento, que contó con 23,000 participantes registrados y más de un millón de visitantes, fue organizar una “COP de la gente”, destacando a la sociedad civil y los grupos indígenas como protagonistas. Como anfitrión, Colombia resaltó el papel de los pueblos indígenas, guardianes de la biodiversidad, en la conservación de la naturaleza. Se busca incluirlos más activamente en los procesos de toma de decisiones para integrar sus conocimientos tradicionales en los planes nacionales de conservación.

La elección de Cali como sede, capital del departamento del Valle del Cauca, no fue casual. Esta ciudad es la puerta de entrada a la Región del Pacífico de Colombia, vecina al "Chocó biogeográfico", una de las áreas más biodiversas del mundo. Realizar una COP de biodiversidad en este entorno fue una meta ambiciosa del presidente Gustavo Petro y su ministra de ambiente, Susana Muhamad, recién designada presidenta de la COP. Sin embargo, la logística y los riesgos de seguridad representaron grandes desafíos, con más de 11,000 policías y soldados desplegados para proteger a los participantes frente a las amenazas de grupos armados ilegalmente activos en la región.

En el pabellón de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la oficina de la HSS en Indonesia firmó un acuerdo de cooperación con el Centro de Biodiversidad de la ASEAN para la implementación de proyectos de promoción de jóvenes en el ámbito de la política ambiental.

Financiación aún pendiente

Tras dos semanas intensivas de reuniones, el país sudamericano puede hacer un balance positivo en cuanto a la organización de la conferencia. Sin embargo, en lo que respecta a los resultados concretos, se presenta una imagen mixta. Como aspecto positivo, se alcanzó un acuerdo sobre la creación de un fondo financiado mediante impuestos por el uso de datos genéticos digitales de plantas y animales por parte de empresas biotecnológicas y farmacéuticas (análisis de secuencias digitales). Los países en desarrollo y los pueblos indígenas exigen compensaciones justas por este uso. Además, los pueblos indígenas obtendrán en el futuro derechos formales de participación dentro de la Convención de Biodiversidad de las Naciones Unidas mediante un nuevo organismo.

No obstante, la cuestión del financiamiento para la protección global de la biodiversidad quedó sin resolver. Se aspira a movilizar anualmente 200 mil millones de dólares para medidas de biodiversidad, pero las negociaciones al respecto terminaron sin resultados concretos. El Secretario General de la ONU, António Guterres, apeló a los delegados para que elaboren planes concretos, pero las declaraciones de intención no vinculantes dominaron las discusiones.

Alemania, como un importante patrocinador de la conservación internacional, reafirmó en la conferencia su apoyo a la biodiversidad y al proceso de paz de Colombia. Aunque Colombia cuenta con leyes progresistas como el Acuerdo de Escazú, que fortalece la participación ciudadana y el acceso a la justicia ambiental, su implementación resulta desafiante debido a los complejos conflictos internos.

Colombia es, después de Brasil, el segundo país con mayor biodiversidad, pero los conflictos violentos y la explotación ilegal de recursos amenazan tanto la naturaleza como a la población. Además, Colombia lidera a nivel mundial las cifras de asesinatos de activistas ambientales, lo que evidencia los riesgos que enfrentan los defensores de la naturaleza.

Dos conclusiones clave marcaron la conferencia: en primer lugar, la protección de los bosques tropicales en Colombia y otros países ricos en biodiversidad es esencial para el clima global y el equilibrio ecológico. En segundo lugar, la biodiversidad solo puede ser protegida de manera sostenible mediante procesos democráticos de base y transparentes. Por lo tanto, la protección ambiental también es una cuestión de participación democrática, que debe ser fomentada mediante la educación política y el fortalecimiento de las instituciones públicas, tanto en Colombia como en el resto del mundo.

 

Encuentro de Networking con colegas de la HSS en Corea del Sur e Indonesia.

El compromiso de Hanns-Seidel-Stiftung en la COP16

Hanns-Seidel-Stiftung (HSS) estuvo presente en varios eventos paralelos junto con delegaciones internacionales de América Latina y Asia, participando también en eventos de alto nivel como el Foro Parlamentario.

En colaboración con nuestros socios colombianos, organizamos talleres sobre temas como la paz y el medio ambiente, la relevancia del compromiso político de las mujeres y la importancia del conocimiento tradicional para la protección ambiental. Con una delegación de nuestra Red Colombiana de Lideres Juveniles Red Kolumbien, llevamos a cabo actividades interactivas con jóvenes para fomentar un diálogo ambiental intergeneracional, realizadas en el stand de la Embajada Alemana dentro de la llamada "Zona Verde", que sirvió como escenario para la sociedad civil.

En la "Zona Azul", lugar de reuniones de las delegaciones gubernamentales, se aprovecharon las sinergias de nuestras actividades internacionales, con la participación conjunta de representantes y socios de nuestras oficinas asiáticas de la HSS en Indonesia, Corea del Sur, Tailandia y Filipinas, junto con los anfitriones colombianos. Una delegación creada a través de la colaboración con el Centro de Biodiversidad de la ASEAN (ACB) y la Red Mundial de Juventud por la Biodiversidad (GYBN) permitió que jóvenes asiáticos participaran como observadores en los procesos de negociación de la COP y dialogaran con tomadores de decisiones de su región. Los delegados lograron presentar los resultados de un estudio cofinanciado por la HSS sobre la participación de jóvenes en los objetivos de biodiversidad de la Comunidad de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN).

Durante varios eventos paralelos en el pabellón de la ASEAN, se discutió la necesidad de involucrar más a los jóvenes en los procesos de planificación y ejecución relacionados con la biodiversidad, aprovechando su potencial como multiplicadores en la educación ambiental. En este contexto, se firmó un acuerdo marco entre la oficina de la HSS en Indonesia y el ACB para el desarrollo continuo del exitoso programa de promoción juvenil. La oficina de la HSS en Corea del Sur también estuvo representada en la COP16 con expertos.